- ¿Puedo hacerte una pregunta personal, Miles?
- ¡Seguro!
- ¿Por qué te gusta tanto el pinot? Digo... Es como una obsesión en ti...
- No sé, no sé... Es una cepa dura de crecer, ¿tu sabés, verdad? Tiene la piel delgada, es temperamental, madura temprano... No es una sobreviviente como Cabernet, que puede crecer donde sea, crecer aún cuando es abandonada. No, Pinot necesita constante cuidado y atención. De hecho, sólo puede crecer en estos realmente específicos y pequeños rincones del mundo. Y sólo los más pacientes de los cultivadores pueden lograrlo realmente. Sólo alguien que verdaderamente se tome el tiempo de entender el potencial de Pinot puede sonsacarle su máxima expresión.
Entonces, digo... sus sabores, son lo más fascinante y brillante y emocionante y sutil... y antiguo sobre la Tierra.
Ahora, Cabernets pueden ser poderosas también pero me parecen prosaicas por comparación, no sé. ¿Qué hay de tí?
- ¿Qué hay de mí?
- No sé, ¿por qué te gusta tanto el vino?
- Creo que originalmente me introduje en el vino a través de mi ex marido. Él tenía esta gran bodega, ¿sabes? Pero entonces descubrí que yo tenía un paladar muy agudo, y cuanto más bebía, más me gustaba lo que me hacía pensar.
- ¿Cómo qué?
- Como qué fraude era él... No, me gusta pensar en la vida del vino.
- Sí...
- Cómo es una cosa viviente. Me gusta pensar en qué estaba pasando el año en que las uvas estaban creciendo. Cómo el sol estaba brillando. Si llovió... me gusta pensar en todas las personas que cuidaron y seleccionaron las uvas, y si es un vino añejo, cuántas de ellas deben estar muertas en este momento.
Me gusta cómo el vino continúa evolucionando. Como, si abriera una botella de vino hoy... sabrá diferente a si la abro cualquier otro día.
Porque una botella de vino está viva, y va evolucionando y ganando complejidad constantemente. Eso es, hasta que alcanza su máximo. Como tu `61. Y entonces comienza su estable e inevitable descenso. Y sabe tan bien...
Alexandre Payne y Jim Taylor, "Entre copas"
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