Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma;
y antes de morirme quiero
echar versos del alma.
Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza,
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.
Alas nacer vi en los hombros
de las mujeres hermosas,
y salir de los escombros,
volando las mariposas.
Yo he visto el águila herida
volar al azul sereno,
y morir en su guarida
la víbora del veneno.
Yo sé cuando el mundo
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.
Todo es hermoso y constante,
todo es música y razón,
y todo como el diamante,
antes que luz es carbón.
José Martí
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